Me gustaría decir que todas y cada una de las cosas que hago las hago a conciencia y siendo consciente de cada una de las consecuencias. Pero no es así. Soy imperfecta. Inconsciente. Impaciente. Insoportable. Infantil. Inútil. Inarreglable.
Inigual.





25 de mayo de 2015

Lagrimas lisas sobre fondo azul.

Imperfecta lo mires por donde lo mires. Imperfecta en el más amplio sentido de la palabra. Encierro mis mil rarezas en un cofre bajo llave. Entierro bajo un manto de estrellas las locuras que revolotean por mi cabeza. Hundo en el fondo del mar mis miradas más sinceras y mis sonrisas más profundas. Te busco a ciegas tanteando el suelo y aún a gatas, al buscarte, me siento a punto de rozar las nubes. Duerme conmigo hoy al son de esta nana. Duerme y borra mi ser por unos segundos. Hazme olvidar todo, incluso que sigo con los pies en la tierra. Hazme soñar despierta. Hazme el amor entre sabanas de papel mojadas.
Hazme normal, aunque solo sea un espejismo.

20 de mayo de 2015

Tú, mi preposición favorita.

Mi vida era un constante vaivén de siempres sumidos en monotonía. Y apareciste tú y llenaste mi mundo de preposiciones. A duras penas era capaz de articular palabras ante el  son de tus olas rompiendo contra mis rocas. Contra corriente me llevabas dejándome llevar por tu marea. Bajo presión siempre he funcionado mejor. Desde ti eso cambio, me acostumbré a creer en los planes de larga distancia. Cabe decir que sin ti esta pistola hubiera disparado solo balas perdidas. Con tu catalizador potenciaste la tormenta que pasaba por mi cabeza y supiste darle vida a este desierto yermo. Contra todo pronostico pasaste mi mundo monocromático por un sinfín de gamas de colores que ni siquiera alcanzaba a imaginar. De nuevo me sumergí en un mundo fantástico de hadas , donde sólo podía entrar si tú me llevabas de la mano. En definitiva, hiciste que cambiara mi concepción de la soledad y ya no me parecía algo tan maravilloso. Entre aquellas sabanas encontré un sinfín de religiones, desde tus miradas pícaras hasta tus sonrisas más sinceras. Hacia ti el camino era empedrado y sinuoso. Tuve que pasar por el borde de muchos acantilados, aunque no tenia miedo de caer, si eras tú el destino de mi viaje. Según el nuevo punto de vista que me regalaste me veía capaz de todo. Por ti. Para ti. Sin ti. Mi vida comenzó a desmoronarse como un reloj de arena. Grano a grano. Lento. Doloroso. Sobre mis hombros cayó todo el peso de tu ausencia. Tras de ti solo quedó oscuridad y eso colores apagados que se quedan con la falta de luz. De tu luz. Hasta siempre.

8 de mayo de 2015

As de corazones.

Sacar la baraja polvorienta del cajón y elegir una. Cualquiera. Y jugárselo todo a esa carta. Todo a una sola carta.
Y esa carta eres tú. Tú y tú grandisimo corazón. Cuando me pierdo en los hoyuelos que te salen en la barbilla si te haces el ofendido y me picas. Y tienes esa puta manía de ser mi trébol de cuatro hojas. Eres tan duro como los diamantes, y aun que te rayen e intenten romperte en mil tú aguantas, por que eres una fortaleza. Mi fortaleza. Atraviesas mi alma y me dueles más que mil espadas. Solo tú sabes curar mis heridas mejor que una copa de alcohol.  Mirarte y sentir que no cambiaría ni  un milímetro de tu piel y de tu ser ni por todo el oro del mundo. Y golpeas. Golpeas duro como un basto y me destrozas y me desmontas. Me vuelvo un puzzle de mil piezas a la que le falta una. Y esa pieza eres tú.

3 de mayo de 2015

Home sweet home.

Sintecho de emociones pide limosnas de adrenalina en forma de sexo descontrolado y sin medidas.
Abraza su agujero negro, que se traga cada atisbo de sentimientos que, por culpa del aire, roza su piel.
Lee poesias de amor pero su cabeza no admite que eso pueda ser algo más que simple ficción.
Era una sirena que no ansiaba el mar. Solo le gustaba soñar despierta que bebía día y noche de la sal de sus labios.
Solo trazaba en el lienzo de su mente las caracolas que dibujaban sus lunares.
Autómata con vida propia.
Esquema imperfecto de persona.

2 de mayo de 2015

Llueve.

Llueve.
Las aceras están mojadas.
 Hacemos equilibrismos desde lo alto de los tejados
Primera fila, sitio privilegiado para ver las estrellas caer.
Estrellas que jamás tendrán nuestros nombres porque ni nosotros sabemos cuales son.
Simplemente somos gatos callejeros buscando refugio tras el que escondernos.
Gatos pardos que en la noche se confunden y aun se ven más negros.
Gatos bravos que en estampida huimos al ver cualquier luz.
Gatos cansados de maullar bajo la lluvia.
Llueve.